La familia Mas de Lliber presenta en Dénia sus pasas

La Oficina de la Innovación y la Creatividad del Ayuntamiento de Dénia dedicó la séptima jornada de la campaña Menja't la Marina, que impulsa con el objetivo de fomentar la comercialización y el uso gastronómico del producto de proximidad y sus variedades, a la pasa, “un patrimonio material, inmaterial y lingüístico” que es historia en la Marina Alta y que hay que preservar, según han manifestado la etnolingüista Xaro Cabrera y el historiador Carles Fuster, buenos conocedores de la relación histórica de las poblaciones de la Marina con el cultivo de la pasa.

Ellos han abordado el cultivo de la pasa desde una perspectiva histórica, recordando que ya lo hacían los romanos y que el proceso de obtención todavía se hace hoy en día como lo hacían los árabes. El cultivo de la pasa y su comercialización también dieron en Dénia, durante el siglo XIX y primeries del XX, una época dorada en que la ciudad se desarrolló urbanísticamente, social y económica. Además, han destacado la apuesta de Jesús Pobre y los ayuntamientos de la comarca para proteger la cultura de la pasa y todo el que esto compuerta: lograr la declaración de l'Escaldà como Bien de Interés Cultural inmaterial, el apoyo a los productores o la conservación de los riuraus.

Ahora, de la mano de productores como Ovidi Mas, de la empresa familiar Frutos Secos La Pasa, de Llíber, que han elaborando y comercializando pasa desde hace cuatro generaciones, la tradición perdura. Mas explicó que la familia ha escaldado siempre pasa. Antes había mucha más producción y se vendía a granel. Ahora, se “produce menos y la empresa de Mas, únicos productores de la Marina Alta con registro sanitario para poder vender pasa, ha decidido apostar para comercializarla en otro formato más adaptado a los gustos actuales del mercado, en cantidades más pequeñas y bajo la marca 'Panses de Dénia'.

En el Mercat Municipal presentaron el primer diseño que ha salido al mercado: una pequeña caja de madera, con un cromo ornamental en el interior, que recuerda a los modelos empleados en aquellos tiempos dorados de la pasa, y están trabajando, según ha indicado Ovidi Mas, en otros diseños con que esperan posicionar en el mercado este producto elaborado de manera manual y artesanal.

De las posibilidades gastronómicas de la pasa ha hecho una demostración el chef Bruno Ruiz, del restaurante Aticcook Bruno Ruiz. Ha preparado una ensalada de macarrones de gelatina de uva de moscatel y pasa, con endibias y Cabrales, plato con qué participó en el I Concurso Internacional de uva de moscatel de Alejandría Dolía/Muscatus de Teulada, y una coca frita con carne de cordero cocido a baja temperatura, salsa de pasas, hierba-sana, yogur y anous caramel·litzades.