Comercios de la Explanada de Cervantes: "Estamos en tierra de nadie"

Los comerciantes que están junto a la Explanada de Cervantes se sienten que están en tierra de nadie. Han pedido ampliar el espacio que ocupan o poder poner mesas y sillas en la vía pública como el resto de negocios de Dénia pero no les han dado permiso. Si no es el Ayuntamiento es Puertos, si no es Puertos el Ayuntamiento “y nosotros en medio”.

Déniadigital se ha pasado este lunes por la zona para conocer de primera mano lo que piensan los comerciantes. En la vía de servicio el Ayuntamiento ha eliminado uno de los lados de aparcamiento para habilitar un paso de peatones. Pero no hay separación de ningún tipo y los coches que circulan en dirección salida (Marqués de Campo) no van precisamente lentos, puede ser peligroso.

El Ayuntamiento pintó la nueva zona peatonal la pasada semana, pero solo lo ha hecho en el tramo de los soportales, no así en el tramo donde se encuentra el estanco y dos restaurantes. Uno de los comerciantes explicó “vinieron, marcaron con cinta para pintar, e incluso comenzaron a podar un árbol cercano para permitir el paso de los camiones”.. pero al volver del almuerzo “retiraron todo, las cintas, dejaron de podar y se fueron”. Allí dijeron que iban a colocar incluso “unos bloques de hormigón”. Pero todo sigue igual.

Las actuaciones en pro del peatón han venido para quedarse 

Ayer el alcalde de Dénia, Vicent Grimalt, defendió a preguntas de los periodistas en la rueda de prensa balance del primer año de legislatura que en la Explanada de Cervantes “ha sido Puertos quien nos ha autorizado a hacer esa actuación”. En concreto, defendió que se trata de una intervención “para dar más seguridad a los peatones y ayudar a comercios y hostelería”.

En clave más genérica, el alcalde explicó que las diferentes intervenciones que ha realizado la brigada municipal de Obras son “actuaciones urbana para que la gente pueda caminar, pasear” y se mostró confiado en que la mayoría “se quede para siempre con nuevos espacios para el peatón”.

El primer edil recordó que en la ciudad “hay muchas calles en las que al peatón le costaba pasar por las aceras -por su estrechez- y ahora podrá utilizarlas sin problema”. Una de esas calles es la de Temple de Sant Telm en el tramo entre Colón y Marqués de Campo.

Otras actuaciones se han realizado en el paseo del Saladar en el cruce con la avenida París, que han permitido convertir la pequeña rotonda en un paso de peatones, de tal forma que el paseo tiene una continuidad.

A preguntas de los periodistas, Grimalt también remarcó que la voluntad del equipo de gobierno es “peatonalizar Marques de Campo y la zona de la Glorieta”, una zona que “de momento está cerrada al tráfico rodado”.

El mercadillo de los hippis y las farolas

Las quejas de los empresarios de la Explanada de Cervantes no se limitan a esta actuación para los peatones, sino que van más allá, cuando se decidió el traslado del mercadillo de los 'hippis' a la punta del Raset.

“Desde entonces la facturación se ha reducido en un 30%” reconoció uno de los comerciantes, quien subrayó que las tiendas de la zona “viven de la facturación de los meses de julio y agosto” y el mercadillo de los 'hippis' “traía mucha gente a nuestras tiendas”.

Pero este empresario también se lamentó del abandono de la misma explanada (en el tramo frente a los soportales) donde “por las noches está todo oscuro ya que desde noviembre que fueron retiradas no han sido repuestas”.

Asimismo reclamó al Ayuntamiento que organice algún tipo de actividad cultural durante el verano en este espacio tan amplio y con tantas posibilidades.