Espacio Amadem: España en terapia
Desde el inicio de la pandemia, la depresión y la ansiedad son 4 y 3 veces más frecuentes. Los profesionales de la Salud Mental nunca hemos tenido tanto trabajo.
por Luisina Daives. Psicóloga de Amadem
Asistimos a tiempos de cambios, en los que la Salud Mental comienza a vivirse como un aspecto más, y muy importante, en la vida de cada persona. Esto no ha sido fácil ni resultado de procesos tranquilos y pacíficos. Por el contrario, desde el inicio de la pandemia, la depresión y la ansiedad son 4 y 3 veces más frecuentes. Los profesionales de la Salud Mental nunca hemos tenido tanto trabajo.
En España, el 41,9% de la población ha sufrido problemas de sueño desde el comienzo de la pandemia y el 38,7% se ha sentido cansado o sin energías. Se han prescrito más del doble de psicofármacos que antes, sobre todo ansiolíticos, antidepresivos e inductores del sueño. El 35,1% de las personas admite que ha llorado en el último año y medio. La ola de enfermedad mental nos afecta a todas las personas, aunque no por igual.
El golpe ha sido más duro ha sido para las mujeres y los jóvenes. Las personas con menos recursos sufren más y tienen menos soluciones: A las limitadas terapias públicas llega mucha gente tocada por la crisis económica y son precisamente quienes más posibilidades tienen de acabar medicadas ya que no pueden costearse una terapia privada. España dedica, apenas, el 4% de la inversión en Sanidad a la Salud Mental (la media europea es del 5,5% y hay países que llegan al 10%) y en la red pública hay 11 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, la mitad que en Francia o Alemania. Si pensamos en los psicólogos clínicos son aún menos: seis por 100.000 habitantes (tres veces menos que la media europea).
La pandemia solo ha visibilizado un problema de Salud Mental que ya estaba ahí rebajando el tabú que existía a su alrededor. Y en medio de este afloramiento de la Salud Mental y sus cuidados, las cifras vuelven arrojar un numero espeluznante: El suicidio se mantiene en España como la primera causa de muerte externa con un total de 3.941 fallecimientos. De ellos, 2.930 corresponden a hombres y 1.011 a mujeres.
Se ha incrementado en el 2020, con respecto al año anterior, y su aumento llega a doblar el que se registró en el año 2019 respecto a 2018. Hay que seguir reclamando la necesidad de poner en marcha un Plan Nacional de Prevención del Suicidio para abordar de forma transversal esta compleja problemática. Y hay que entender que cuanto más se hable de él, cuanto más se sepa, más se naturalice y menos se estigmatice; se estará en el camino de acercarse a posibles soluciones y prevención.
por Luisina Daives. Psicóloga de Amadem
Asistimos a tiempos de cambios, en los que la Salud Mental comienza a vivirse como un aspecto más, y muy importante, en la vida de cada persona. Esto no ha sido fácil ni resultado de procesos tranquilos y pacíficos. Por el contrario, desde el inicio de la pandemia, la depresión y la ansiedad son 4 y 3 veces más frecuentes. Los profesionales de la Salud Mental nunca hemos tenido tanto trabajo.
En España, el 41,9% de la población ha sufrido problemas de sueño desde el comienzo de la pandemia y el 38,7% se ha sentido cansado o sin energías. Se han prescrito más del doble de psicofármacos que antes, sobre todo ansiolíticos, antidepresivos e inductores del sueño. El 35,1% de las personas admite que ha llorado en el último año y medio. La ola de enfermedad mental nos afecta a todas las personas, aunque no por igual.
El golpe ha sido más duro ha sido para las mujeres y los jóvenes. Las personas con menos recursos sufren más y tienen menos soluciones: A las limitadas terapias públicas llega mucha gente tocada por la crisis económica y son precisamente quienes más posibilidades tienen de acabar medicadas ya que no pueden costearse una terapia privada. España dedica, apenas, el 4% de la inversión en Sanidad a la Salud Mental (la media europea es del 5,5% y hay países que llegan al 10%) y en la red pública hay 11 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, la mitad que en Francia o Alemania. Si pensamos en los psicólogos clínicos son aún menos: seis por 100.000 habitantes (tres veces menos que la media europea).
La pandemia solo ha visibilizado un problema de Salud Mental que ya estaba ahí rebajando el tabú que existía a su alrededor. Y en medio de este afloramiento de la Salud Mental y sus cuidados, las cifras vuelven arrojar un numero espeluznante: El suicidio se mantiene en España como la primera causa de muerte externa con un total de 3.941 fallecimientos. De ellos, 2.930 corresponden a hombres y 1.011 a mujeres.
Se ha incrementado en el 2020, con respecto al año anterior, y su aumento llega a doblar el que se registró en el año 2019 respecto a 2018. Hay que seguir reclamando la necesidad de poner en marcha un Plan Nacional de Prevención del Suicidio para abordar de forma transversal esta compleja problemática. Y hay que entender que cuanto más se hable de él, cuanto más se sepa, más se naturalice y menos se estigmatice; se estará en el camino de acercarse a posibles soluciones y prevención.
















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