El Hospital de Dénia avala los beneficios del ejercicio físico pautado tras los episodios cardíacos
![[Img #34060]](https://deniadigital.es/upload/images/05_2022/1762_rehabilitacion_cardiaca-1-de-1.jpg)
Más de 350 pacientes atendidos en cuatro años, teniendo en cuenta los dos años de pandemia. Este es el balance que realiza la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Departamento de Salud de Dénia desde que el servicio está en funcionamiento. El programa, plenamente consolidado, se centra en las personas que han sufrido un infarto y las que están incluidas en el plan de insuficiencia cardíaca.
Según explica el doctor Alfonso Valle, jefe de cardiología, tras el infarto, los pacientes son sometidos a una prueba de esfuerzo para conocer su umbral de resistencia y se les marca una pauta de ejercicio físico personalizado (que combina ejercicio aeróbico y de resistencia) que deberán realizar en el hospital varias veces por semana.
“Existe la falsa creencia de que, tras un episodio cardíaco, no se debe hacer ejercicio físico. El sedentarismo es la actitud más inadecuada. De ahí que estos programas gocen de una gran evidencia científica en la reducción de la morbimortalidad de la enfermedad”, señala Valle.
Los ejercicios se llevan a cabo en grupos reducidos, lo que supone un apoyo psicológico que permite empatizar con otros pacientes en la misma situación. Además, el programa incluye una parte pedagógica sobre hábitos de vida saludables, patología cardiovascular y autocuidados.
Tras dos meses y medio de rehabilitación, en una nueva consulta, se realiza una evaluación global con control de factores de riesgo, tratamiento pautado y resto de parámetros. Según Alfonso Valle, este tipo de programas “reducen nuevos episodios cardíacos en 20-25% y permiten preparar al paciente para la llamada fase II de tipo ambulatoria y no supervisada”.
Más de 350 pacientes atendidos en cuatro años, teniendo en cuenta los dos años de pandemia. Este es el balance que realiza la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Departamento de Salud de Dénia desde que el servicio está en funcionamiento. El programa, plenamente consolidado, se centra en las personas que han sufrido un infarto y las que están incluidas en el plan de insuficiencia cardíaca.
Según explica el doctor Alfonso Valle, jefe de cardiología, tras el infarto, los pacientes son sometidos a una prueba de esfuerzo para conocer su umbral de resistencia y se les marca una pauta de ejercicio físico personalizado (que combina ejercicio aeróbico y de resistencia) que deberán realizar en el hospital varias veces por semana.
“Existe la falsa creencia de que, tras un episodio cardíaco, no se debe hacer ejercicio físico. El sedentarismo es la actitud más inadecuada. De ahí que estos programas gocen de una gran evidencia científica en la reducción de la morbimortalidad de la enfermedad”, señala Valle.
Los ejercicios se llevan a cabo en grupos reducidos, lo que supone un apoyo psicológico que permite empatizar con otros pacientes en la misma situación. Además, el programa incluye una parte pedagógica sobre hábitos de vida saludables, patología cardiovascular y autocuidados.
Tras dos meses y medio de rehabilitación, en una nueva consulta, se realiza una evaluación global con control de factores de riesgo, tratamiento pautado y resto de parámetros. Según Alfonso Valle, este tipo de programas “reducen nuevos episodios cardíacos en 20-25% y permiten preparar al paciente para la llamada fase II de tipo ambulatoria y no supervisada”.
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