El Seprona y el parque Terra Natura animan a no regalar animales exóticos esta Navidad

El servicio de protección de la Naturaleza Guardia Civil de Alicante (Seprona) y el parque de naturaleza y animales Terra Natura Benidorm, lanzan un mensaje de concienciación a la ciudadanía sobre la compra de animales exóticos como regalo durante las fiestas navideñas.

Ambas entidades coinciden en señalar que la llegada de un animal a una casa no debe producirse por una compra impulsiva, como si se tratará de un simple juguete o regalo de Navidad. Tener un animal conlleva una gran responsabilidad ya que son seres vivos que necesitan cuidados de manera constante y permanente. Cada animal necesita una alimentación adecuada y unas condiciones específicas, además de cuidados veterinarios a lo largo de toda su vida.

Héctor Miguel, cabo primero jefe de la patrulla del Seprona de Altea señala que, en muchas ocasiones “la gente compra crías que al crecer ya no son tan manejables y en vez de donarlas, las sueltan en los entornos naturales provocando un problema medioambiental”.

De hecho, Terra Natura Benidorm ha acogido, durante este año, a varios animales exóticos como cobras del bosque, cobra real, dragón barbudo, serpiente pitón, serpiente del maíz, tarántulas y escorpiones; que habían sido incautados por el Seprona de Altea. Estos animales habían sido decomisados a particulares por no cumplir con los requisitos que se requiere para la tenencia de este tipo de animales, cuyo manejo resulta extremadamente peligroso debido al veneno que poseen algunos de ellos. Las instalaciones de Terra Natura Benidorm cuentan con las condiciones necesarias para que los animales confiscados disfruten de un grado de bienestar óptimo.

La culebra de escalera Rhinechis scalaris

De hecho, hace unos días, un ciudadano llegó al acuartelamiento del Seprona de Alicante con una caja de cartón taladrada con algunos agujeros, que había encontrado fuera del contenedor. Sospechando que en su interior pudiera haber algún animal, abrió la caja y descubrió una serpiente de grandes dimensiones.

Se trataba de una culebra de escalera, una de las mayores culebras ibéricas que existen. Su cuerpo es grueso y fuerte y pueden alcanzar los dos metros de longitud. En su cabeza, con forma triangular, sobresale un morro alargado y puntiagudo. Aunque su mordedura no es venenosa, sus afilados dientes pueden producir heridas considerables por desgarro que requerirían de sutura, convirtiéndose en un animal que puede ser peligroso, ya que atacan al sentirse amenazadas