Un desmayo fue el origen del accidente del Tram en Dénia

El alcalde de Dénia, Vicent Grimalt, desveló ayer a través de un mensaje en las redes sociales que la persona atropellada el lunes por el tranvía en el cruce de Joan Fuster y Diana sufrió un desmayo y por eso se produjo el incidente.

Tras producirse el accidente las primeras informaciones nada indicaron al respecto del desmayo del herido y de hecho el Centro de Información y Coordinación de las Urgencias, el organismo público que gestiona los accidentes y facilita la información a los medios de comunicación en función de las atenciones que prestan a los heridos los equipos sanitarios no refirió nada en ese sentido: “El SAMU estabiliza a un hombre atropellado por un tranvía en Dénia / Sobre las 10:45 horas un tranvía ha atropellado a un hombre en la avenida Joan Fuster de Dénia./ Tras recibir el aviso, el CICU ha movilizado una unidad del SAMU y una unidad de SVB. / El equipo médico del SAMU ha estabilizado al hombre, de 66 años, que presentaba traumatismo craneoencefálico. / Posteriormente el herido ha sido trasladado al hospital Marina Alta de Dénia, en la ambulancia de soporte vital avanzado”.

Pero ayer el alcalde dio otra versión del accidente, motivada por su relación con la familia. Este fue su mensaje:

La persona que fue golpeada por el convoy, a la altura del cruce con la calle Diana, estaba esperando el paso del TRAM para poder cruzar Joan Fuster, respetando, por lo tanto, la señalización y consciente de que se acercaba el tren.

Sin embargo, lamentablemente, esta persona sufre una enfermedad que le provocó un desmayo en el momento en el que pasaba el tren. Esa fue la causa del accidente.

Y desde aquí quiero enviar todo mi apoyo a esta persona, a la que conozco personalmente, y agradecer enormemente a los familiares que se hayan tomado la molestia de contactar conmigo para explicarme lo que había pasado.

Por favor, abstengámonos de especular en torno a hechos desgraciados como éste, sin saber sus causas. Por la alarma que se puede crear y por el malestar que pueden sentir los familiares y la persona accidentada.