"Me piden que devuelva 1.440 euros con intereses por una ayuda que destiné a mejorar la calidad de vida de mi hijo"
Jessica Romero denuncia la actitud de la Conselleria de Políticas Inclusivas por una ayuda que pidió para comprar una cama ortopédica y posteriormente destinó a adaptar el baño de la nueva casa que habían adquirido
Las administraciones y su burocracia son a veces muy injustas. En el caso de Jessica Romero es de libro y es una prueba de lo lejos que muchas veces están los funcionarios de la realidad. La conselleria de Políticas Inclusivas le pide que devuelva 1.440 euros que le concedió para adquirir una cama ortopédica, para su hijo Alberto que padece diversidad funcional severa, y que destinó finalmente a adaptar el baño de la vivienda que acababan de comprar.
Romero explicó hace unos a Déniadigital esta situación injusta que ha querido denunciar ante los medios de comunicación. Pidió una ayuda de una línea que concede la Generalitat para la mejora de los equipamientos de las familias que tienen hijos con diversidad funcional, unas subvenciones que se destinan a mejorar la vida de todos ellos. “Yo pedí 1.440 euros para comprar una cama ortopédica” comentó esta madre coraje que lucha cada día porque la vida de su hijo sea todo lo normal que puede ser.
Pero, en el transcurso de la tramitación de la solicitud, la familia se cambió de casa y adquirió una vivienda mejor y con mejores condiciones para ellos. “Entonces, me surgió la necesidad que tenía que adaptar el baño y tras hablarlo con Servicio Sociales, me dijeron que comunicara el cambio a la Conselleria”. Y así lo hizo. Remitió toda la documentación nueva a la Conselleria y a los pocos días recibió la transferencia.
![[Img #40347]](https://deniadigital.es/upload/images/04_2023/2883_jessicaromero_albertoayudaconselleriaigualdad.jpg)
Sin embargo, a finales de diciembre, le llegó la sorpresa. “En un carta me pedían que devolviera la ayuda porque no la había gastado en la adquisición de la cama”. La carta le dejó noqueada y es que tal y como reconoció “me he gastado el dinero en adaptar el baño no en otra cosa que nada tenga que ver con la ayuda”.
La Conelleria ha seguido con sus trece y ha remitido otras misivas a Jessica, la última le pide intereses de demora y le amenaza con el embargo de su cuenta.
Romero lo tiene muy claro “estoy buscando mejorar la calidad de vida de mi hijo, la obra del baño me ha costado 6.000 euros” y todo -añadió- “con su factura, y sus presupuestos, está completamente justificado”.
Su historia es de una lucha continua “llevo 17 años pidiendo subvenciones y consiguiéndolas, no entiendo como ahora me piden esto”, se lamentó.. y es que cree que si la Conselleria no veía claro que no tenía derecho a esa ayuda “no me la tenían que haber ingresado”.
Romero acudió a la entrevista con Alberto, sus ojos y su sonrisa son muy expresivos, y con Paqui, otra madre con un hijo igualmente con diversidad funcional. Ambas denuncian que las camas adaptadas o las grúas imprescindibles para mover a sus hijos en el día a día “cuestan un dineral, son consideradas como artículos de lujo”. El regalo del 15 cumpleaños de mi hijo, señaló Paqui, fue “una grúa” toda la familia reunió el importe para poder adquirirlo. “¿Es un artículo de lujo? Es evidente que no. Es una necesidad”.
Ambas coincidieron que hoy en día “se habla mucho de inclusión y de diversidad, pero a las madres no nos escuchan y creo que sabemos qué es lo que necesitan nuestros hijos” y pidieron mayor sensibilidad a los empleados de las administraciones públicas.
“Tenemos la vida ya complicada como para que nos pongan cada día más piedras en el camino”. Piedras que superan con tesón, fuerza y valentía y apoyándose unas familias en otras. “Estamos en contacto continuo para que lo que ha pasado a una, no le pase a otra”, subrayaron Paqui y Jessica. Mientras Alberto atiende la conversación y con sus ojos demuestra que escucha y ve todo lo que sucede alrededor.
Las administraciones y su burocracia son a veces muy injustas. En el caso de Jessica Romero es de libro y es una prueba de lo lejos que muchas veces están los funcionarios de la realidad. La conselleria de Políticas Inclusivas le pide que devuelva 1.440 euros que le concedió para adquirir una cama ortopédica, para su hijo Alberto que padece diversidad funcional severa, y que destinó finalmente a adaptar el baño de la vivienda que acababan de comprar.
Romero explicó hace unos a Déniadigital esta situación injusta que ha querido denunciar ante los medios de comunicación. Pidió una ayuda de una línea que concede la Generalitat para la mejora de los equipamientos de las familias que tienen hijos con diversidad funcional, unas subvenciones que se destinan a mejorar la vida de todos ellos. “Yo pedí 1.440 euros para comprar una cama ortopédica” comentó esta madre coraje que lucha cada día porque la vida de su hijo sea todo lo normal que puede ser.
Pero, en el transcurso de la tramitación de la solicitud, la familia se cambió de casa y adquirió una vivienda mejor y con mejores condiciones para ellos. “Entonces, me surgió la necesidad que tenía que adaptar el baño y tras hablarlo con Servicio Sociales, me dijeron que comunicara el cambio a la Conselleria”. Y así lo hizo. Remitió toda la documentación nueva a la Conselleria y a los pocos días recibió la transferencia.
Sin embargo, a finales de diciembre, le llegó la sorpresa. “En un carta me pedían que devolviera la ayuda porque no la había gastado en la adquisición de la cama”. La carta le dejó noqueada y es que tal y como reconoció “me he gastado el dinero en adaptar el baño no en otra cosa que nada tenga que ver con la ayuda”.
La Conelleria ha seguido con sus trece y ha remitido otras misivas a Jessica, la última le pide intereses de demora y le amenaza con el embargo de su cuenta.
Romero lo tiene muy claro “estoy buscando mejorar la calidad de vida de mi hijo, la obra del baño me ha costado 6.000 euros” y todo -añadió- “con su factura, y sus presupuestos, está completamente justificado”.
Su historia es de una lucha continua “llevo 17 años pidiendo subvenciones y consiguiéndolas, no entiendo como ahora me piden esto”, se lamentó.. y es que cree que si la Conselleria no veía claro que no tenía derecho a esa ayuda “no me la tenían que haber ingresado”.
Romero acudió a la entrevista con Alberto, sus ojos y su sonrisa son muy expresivos, y con Paqui, otra madre con un hijo igualmente con diversidad funcional. Ambas denuncian que las camas adaptadas o las grúas imprescindibles para mover a sus hijos en el día a día “cuestan un dineral, son consideradas como artículos de lujo”. El regalo del 15 cumpleaños de mi hijo, señaló Paqui, fue “una grúa” toda la familia reunió el importe para poder adquirirlo. “¿Es un artículo de lujo? Es evidente que no. Es una necesidad”.
Ambas coincidieron que hoy en día “se habla mucho de inclusión y de diversidad, pero a las madres no nos escuchan y creo que sabemos qué es lo que necesitan nuestros hijos” y pidieron mayor sensibilidad a los empleados de las administraciones públicas.
“Tenemos la vida ya complicada como para que nos pongan cada día más piedras en el camino”. Piedras que superan con tesón, fuerza y valentía y apoyándose unas familias en otras. “Estamos en contacto continuo para que lo que ha pasado a una, no le pase a otra”, subrayaron Paqui y Jessica. Mientras Alberto atiende la conversación y con sus ojos demuestra que escucha y ve todo lo que sucede alrededor.
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