Dénia recupera, de forma festiva y popular, el eco de un singular ataque corsario que no dañó la ciudad

Este domingo 9 de septiembre, Dénia ha celebrado su primera procesión cívica capitaneada por la fiesta de Moros y Cristianos. Ecos de quan els moros arriben al Saladar ha sido todo de público y participación que augura su continuidad en años venideros. Una muestra de cultura popular cuya raíz ahonda en el cortejo festivo que tuvo lugar el 10 de septiembre de 1556 tras un ataque corsario en costas denieras que no produjo grandes pérdidas ni daños en la población.

Aprovechando que una gran parte de los vecinos y vecinas de Dénia se encontraba en Xàbia, una flota de piratas berberiscos entró por Les Rotes con el fin de saquear la ciudad. Los pocos ciudadanos y ciudadanas que se encontraban en la ciudad huyeron a protegerse en el castillo. Comenzaron a disparar cañonazos para intentar ahuyentar a los piratas y evitar su entrada en la localidad. Los berberiscos esta señal como que se encontraban todos sus habitantes y abandonaron la ciudad. Como símbolo de victoria y gratitud colectiva, los vecinos y vecinas salieron a las calles de la ciudad a festejar el haber impedido el ataque.

En esta conmemoración actualizada, la procesión partió de la Ronda Muralles para dirigirse a la calle Foramur, La Mar y finalizar en la Plaça del Consell. Un recorrido que tuvo lugar en el punto exacto en el que está datado que se produjo el ataque berberisco y que contó con numerosa participación de entidades festivas, culturales y ciudadanas del municipio suponiendo toda una muestra de cultura e identidad valenciana con dracs de foc, castellers, gegants, música popular, indumentaria y dramatización de los festeros y festeras de las distintas filaes que emularon a los antiguos habitantes de la ciudad. Al finalizar, se disparó un ramillete de fuegos artificiales.