Noticias de Dénia
El Clem Primero brilla en una edición histórica de La Ruta de la Sal Rumbo Ibiza
La 37ª edición de La Ruta de la Sal Rumbo Ibiza concluyó el pasado sábado 19 de abril en el puerto de Sant Antoni de Portmany, dejando como gran protagonista al Clem Primero, que, con su quinta victoria, se convierte en el barco más laureado en la historia de esta regata.
El Clem Primero, un Swan 56 del Club de Mar de Palma, patroneado por Pedro Amengual y propiedad de Amanda Hartley y Jaime Olazabal, se impuso en la versión Denia tras una navegación que se vio favorecida por las condiciones meteorológicas óptimas. Con este nuevo triunfo, añade una quinta muesca a su palmarés tras sus anteriores victorias en las versiones Barcelona (2009 y 2010), Mallorca (2017) y Denia (2022).
En la versión Barcelona, el protagonismo recayó en el Libélula, un Swan 65 de Plácido Arango, con puerto base en Port Adriano. Bajo el mando de Borja Pella, el equipo logró la victoria absoluta en esta categoría, sumando el tercer triunfo del patrón en esta prueba, tras los obtenidos anteriormente con el Galvana.
Con estos resultados, el astillero Nautor’s Swan refuerza su hegemonía al alcanzar once victorias absolutas en el historial de la prueba. A los cinco triunfos del Clem Primero y al reciente del Libélula, se suman los cuatro logrados por los Swan 45 Coratge y Brujo, y el obtenido en la primera edición de la versión Denia por el Swan 44 Swany. Además, en esta edición, el Freelance, un Swan 42 de Javier Ortiz de Zárate del Club Náutico de Jávea, completó la fiesta del astillero finlandés al imponerse en la categoría Mini-Sal.
![[Img #47222]](https://deniadigital.es/upload/images/04_2025/5597_2ruta-de-la-sal.jpg)
En tiempo real, la regata también ha reflejado la evolución tecnológica en el mundo de la vela. El Pelotari Project, un Vismara Mills 68 de Andrés Varela, se quedó a tan solo 16 minutos de superar el récord de la versión Denia que él mismo estableció en 2022. Mientras, el Tapioca, un ICE 66 del brasileño José Agnaldo Andrade Junior, se impuso en tiempo real en la versión Barcelona con una embarcación botada este mismo año.
El desarrollo de la regata estuvo marcado por las condiciones meteorológicas favorables, especialmente en la versión Denia, donde los vientos sostenidos del sur, de entre 15 y 20 nudos, facilitaron la navegación hasta Formentera y Tagomago. No obstante, la llegada al Cabo Moscarter supuso un reto por el desvente provocado por la isla de Ibiza, circunstancia que afectó especialmente a los barcos de menor eslora.
En la versión Barcelona, el cambio de viento de poniente a sur antes de lo previsto obligó a la flota a enfrentarse desde la salida a condiciones duras, con viento y mar de cara, lo que benefició igualmente a las embarcaciones de mayor tamaño.
Más allá de lo deportivo, la organización dio un paso adelante en el apartado social con mejoras en el formato de bienvenida y la experiencia general de los participantes. La ceremonia de clausura contó con la presencia del vicepresidente del Govern Balear, Antoni Costa, el conseller de Deportes del Consell Insular de Eivissa, Salvador Losa, y el alcalde de Sant Antoni de Portmany, Marcos Serra, entre otras autoridades.
Uno de los momentos más emotivos fue la entrega del reconocimiento “Espíritu de La Sal” al joven Albert Carrasco, de 11 años, que copatroneó el INTZA junto a su padre Juan Manuel Carrasco en la modalidad A2 de la versión Barcelona.
La tradicional cena celebrada en el Club Nàutic Sant Antoni para los más de 750 regatistas participantes, con arroz de matanzas ibicenco y vinos de Viña Esmeralda, sirvió para clausurar con buen sabor de boca una edición que será recordada tanto por sus registros deportivos como por el salto cualitativo en la acogida y organización.

La 37ª edición de La Ruta de la Sal Rumbo Ibiza concluyó el pasado sábado 19 de abril en el puerto de Sant Antoni de Portmany, dejando como gran protagonista al Clem Primero, que, con su quinta victoria, se convierte en el barco más laureado en la historia de esta regata.
El Clem Primero, un Swan 56 del Club de Mar de Palma, patroneado por Pedro Amengual y propiedad de Amanda Hartley y Jaime Olazabal, se impuso en la versión Denia tras una navegación que se vio favorecida por las condiciones meteorológicas óptimas. Con este nuevo triunfo, añade una quinta muesca a su palmarés tras sus anteriores victorias en las versiones Barcelona (2009 y 2010), Mallorca (2017) y Denia (2022).
En la versión Barcelona, el protagonismo recayó en el Libélula, un Swan 65 de Plácido Arango, con puerto base en Port Adriano. Bajo el mando de Borja Pella, el equipo logró la victoria absoluta en esta categoría, sumando el tercer triunfo del patrón en esta prueba, tras los obtenidos anteriormente con el Galvana.
Con estos resultados, el astillero Nautor’s Swan refuerza su hegemonía al alcanzar once victorias absolutas en el historial de la prueba. A los cinco triunfos del Clem Primero y al reciente del Libélula, se suman los cuatro logrados por los Swan 45 Coratge y Brujo, y el obtenido en la primera edición de la versión Denia por el Swan 44 Swany. Además, en esta edición, el Freelance, un Swan 42 de Javier Ortiz de Zárate del Club Náutico de Jávea, completó la fiesta del astillero finlandés al imponerse en la categoría Mini-Sal.
En tiempo real, la regata también ha reflejado la evolución tecnológica en el mundo de la vela. El Pelotari Project, un Vismara Mills 68 de Andrés Varela, se quedó a tan solo 16 minutos de superar el récord de la versión Denia que él mismo estableció en 2022. Mientras, el Tapioca, un ICE 66 del brasileño José Agnaldo Andrade Junior, se impuso en tiempo real en la versión Barcelona con una embarcación botada este mismo año.
El desarrollo de la regata estuvo marcado por las condiciones meteorológicas favorables, especialmente en la versión Denia, donde los vientos sostenidos del sur, de entre 15 y 20 nudos, facilitaron la navegación hasta Formentera y Tagomago. No obstante, la llegada al Cabo Moscarter supuso un reto por el desvente provocado por la isla de Ibiza, circunstancia que afectó especialmente a los barcos de menor eslora.
En la versión Barcelona, el cambio de viento de poniente a sur antes de lo previsto obligó a la flota a enfrentarse desde la salida a condiciones duras, con viento y mar de cara, lo que benefició igualmente a las embarcaciones de mayor tamaño.
Más allá de lo deportivo, la organización dio un paso adelante en el apartado social con mejoras en el formato de bienvenida y la experiencia general de los participantes. La ceremonia de clausura contó con la presencia del vicepresidente del Govern Balear, Antoni Costa, el conseller de Deportes del Consell Insular de Eivissa, Salvador Losa, y el alcalde de Sant Antoni de Portmany, Marcos Serra, entre otras autoridades.
Uno de los momentos más emotivos fue la entrega del reconocimiento “Espíritu de La Sal” al joven Albert Carrasco, de 11 años, que copatroneó el INTZA junto a su padre Juan Manuel Carrasco en la modalidad A2 de la versión Barcelona.
La tradicional cena celebrada en el Club Nàutic Sant Antoni para los más de 750 regatistas participantes, con arroz de matanzas ibicenco y vinos de Viña Esmeralda, sirvió para clausurar con buen sabor de boca una edición que será recordada tanto por sus registros deportivos como por el salto cualitativo en la acogida y organización.
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