Artículo de opinión
Marquesado de Dénia o “Marina Alta”: historia frente a invención
Caserío de las tres torres de Dénia
En los últimos años, algunos sectores políticos y culturales han querido imponer una nueva lectura de nuestra historia local sustituyendo a nombres raíces y documentados por etiquetas modernas y artificiales. Es el caso del Marquesado de Dénia, una realidad histórica, jurídica y política propia del Reino de Valencia, frente al término “Marina Alta”, una denominación inventada en el siglo XX que nunca ha tenido ni reconocimiento oficial ni base histórica sólida.
El Marquesado de Dénia surge a finales del siglo XV como institución feudal y jurisdiccional dentro del Reino de Valencia. Documentado en numerosos archivos y estudios, tuvo un papel relevante en la administración y en la organización del territorio. Su existencia es historia viva, reconocida por los cronistas y por los investigadores. Nadie puede discutir su realidad, ni tampoco su arraigada entre los habitantes del territorio durante siglos.
El término “Marina Alta” no aparece en ningún documento medieval ni moderno. La primera vez que se populariza es en el siglo XX, a partir de trabajos de geógrafos como Emili Beüt (1934), que buscaban una nueva división comarcal para todo el territorio valenciano. Pero conviene dejarlo claro: la Marina Alta nunca ha tenido valor jurídico ni oficial, ni en el siglo XX ni en la actualidad. Es una clasificación puramente académica, más ideológica que histórica, y repetida hasta convertirse en costumbre dentro de la escuela y la literatura pancatalanista.
Quienes defienden la Marina Alta afirman que, como Gaspar Escolano hablaba de “las marinas” en el siglo XVII, ya existía una base histórica. Falso. “Marines” significaba por aquel entonces zonas costeras, en oposición al interior, nunca una división “Alta” y “Baja”. Hacer equivaler esas palabras en la comarca actual es un abuso interpretativo y, en definitiva, una manipulación.
Tampoco es preciso decir que los nombres cambian y evolucionan, porque no todos los cambios son legítimos. Las provincias de 1833 tuvieron una ley que las estableció. La Comunidad Valenciana de 1982 surgió de un Estatuto aprobado democráticamente. La Marina Alta, en cambio, es una etiqueta de uso ideológico sin norma legal que la reconozca.
El problema de fondo es que este cambio no es neutro. La Marina Alta ha sido impulsada sobre todo desde sectores pancatalanistas que pretenden sustituir el recorte del Marquesado de Dénia y su vinculación al Reino de Valencia por un nombre moderno sin raíces, que encaje mejor en el relato de unas “comarcas” diseñadas desde Cataluña para justificar la teoría de los Països Catalans.
Que autores como Enric Valor o Carme Miquel usaran el término no es prueba de legitimidad, sino muestra de cómo esa nomenclatura fue introducida en la literatura y en la escuela como herramienta de normalización ideológica.
Defender al Marquesado de Dénia no es mirar atrás, es reivindicar la verdadera memoria histórica de este territorio dentro del Reino de Valencia. Aceptar a la Marina Alta como equivalente es, sencillamente, caer en una trampa ideológica que busca desconectarnos de nuestras raíces.
Los valencianos debemos tener claro que una cosa es la historia documentada y otra muy distinta son las invenciones contemporáneas repetidas hasta hacerlas pasar por verdaderas. El Marquesado de Dénia es historia; la Marina Alta, un invento.
![[Img #48426]](https://deniadigital.es/upload/images/08_2025/4804_tabla1.jpg)
![[Img #48427]](https://deniadigital.es/upload/images/08_2025/4217_tabla2.jpg)
Pedro Fuentes Caballero
President de l’Associació Cultural Roc Chabàs de Dénia

En los últimos años, algunos sectores políticos y culturales han querido imponer una nueva lectura de nuestra historia local sustituyendo a nombres raíces y documentados por etiquetas modernas y artificiales. Es el caso del Marquesado de Dénia, una realidad histórica, jurídica y política propia del Reino de Valencia, frente al término “Marina Alta”, una denominación inventada en el siglo XX que nunca ha tenido ni reconocimiento oficial ni base histórica sólida.
El Marquesado de Dénia surge a finales del siglo XV como institución feudal y jurisdiccional dentro del Reino de Valencia. Documentado en numerosos archivos y estudios, tuvo un papel relevante en la administración y en la organización del territorio. Su existencia es historia viva, reconocida por los cronistas y por los investigadores. Nadie puede discutir su realidad, ni tampoco su arraigada entre los habitantes del territorio durante siglos.
El término “Marina Alta” no aparece en ningún documento medieval ni moderno. La primera vez que se populariza es en el siglo XX, a partir de trabajos de geógrafos como Emili Beüt (1934), que buscaban una nueva división comarcal para todo el territorio valenciano. Pero conviene dejarlo claro: la Marina Alta nunca ha tenido valor jurídico ni oficial, ni en el siglo XX ni en la actualidad. Es una clasificación puramente académica, más ideológica que histórica, y repetida hasta convertirse en costumbre dentro de la escuela y la literatura pancatalanista.
Quienes defienden la Marina Alta afirman que, como Gaspar Escolano hablaba de “las marinas” en el siglo XVII, ya existía una base histórica. Falso. “Marines” significaba por aquel entonces zonas costeras, en oposición al interior, nunca una división “Alta” y “Baja”. Hacer equivaler esas palabras en la comarca actual es un abuso interpretativo y, en definitiva, una manipulación.
Tampoco es preciso decir que los nombres cambian y evolucionan, porque no todos los cambios son legítimos. Las provincias de 1833 tuvieron una ley que las estableció. La Comunidad Valenciana de 1982 surgió de un Estatuto aprobado democráticamente. La Marina Alta, en cambio, es una etiqueta de uso ideológico sin norma legal que la reconozca.
El problema de fondo es que este cambio no es neutro. La Marina Alta ha sido impulsada sobre todo desde sectores pancatalanistas que pretenden sustituir el recorte del Marquesado de Dénia y su vinculación al Reino de Valencia por un nombre moderno sin raíces, que encaje mejor en el relato de unas “comarcas” diseñadas desde Cataluña para justificar la teoría de los Països Catalans.
Que autores como Enric Valor o Carme Miquel usaran el término no es prueba de legitimidad, sino muestra de cómo esa nomenclatura fue introducida en la literatura y en la escuela como herramienta de normalización ideológica.
Defender al Marquesado de Dénia no es mirar atrás, es reivindicar la verdadera memoria histórica de este territorio dentro del Reino de Valencia. Aceptar a la Marina Alta como equivalente es, sencillamente, caer en una trampa ideológica que busca desconectarnos de nuestras raíces.
Los valencianos debemos tener claro que una cosa es la historia documentada y otra muy distinta son las invenciones contemporáneas repetidas hasta hacerlas pasar por verdaderas. El Marquesado de Dénia es historia; la Marina Alta, un invento.
Pedro Fuentes Caballero
President de l’Associació Cultural Roc Chabàs de Dénia
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