Noticias de Dénia
Hallan frente a Dénia los restos del bergantín francés Rosa Madre, naufragado en 1899
Dos buceadores descubren vestigios de la nave y de su carga de tejas a varios metros de profundidad
Un hallazgo arqueológico frente a las costas de Dénia ha revelado restos que, según las primeras investigaciones, corresponden al bergantín francés Rosa Madre, hundido en 1899 mientras transportaba una carga de tejas y piezas cerámicas. Los buceadores Rafa Martos y Javier Reyes localizaron el hallazgo a varios metros bajo el mar.
En el fondo marino se distinguen centenares de tejas y fragmentos cerámicos, junto con parte de la estructura de la embarcación, que había permanecido sepultada bajo la arena durante más de un siglo.
![[Img #48462]](https://deniadigital.es/upload/images/08_2025/8062_teja-barco-frances-encontrado-en-denia.jpg)
Rafa Martos ha explicado que se trata de una confirmación del naufragio cuya existencia ya había quedado testada tras un temporal en 2010, cuando fragmentos de la carga afloraron en la costa. «Se identificaron tejas con sellos de fábrica muy concretos que permitieron atribuirlas al Rosa Madre, que realizaba rutas regulares entre Dénia y Marsella. Algunas llegaron a emplearse en construcciones emblemáticas de Dénia, como la fábrica de gas o edificios del ensanche del Marqués de Campo».
![[Img #48463]](https://deniadigital.es/upload/images/08_2025/2693_3barco-frances-en-denia.jpg)
Sobre el descubrimiento del casco, Martos ha señalado: «Ese barco ha estado sepultado por la arena durante décadas. El mar es caprichoso: oculta los restos durante años y de repente los deja a la vista». Y añadió: «Hace poco, una amiga me avisó de que habían visto tejas en la zona. Fuimos y allí estaba el barco, en posición de navegación con su carga perfectamente ordenada. Ver miles de tejas con decoraciones como corazones fue impresionante».
El naufragio del Rosa Madre forma parte de un contexto de intensa actividad comercial entre Dénia y Marsella, con productos como la pansa y materiales de construcción. El bergantín, de entre 20 y 30 metros de eslora y 245 toneladas de peso, transportaba una tripulación de diez marineros cuando encalló frente a las costas locales en 1899.
![[Img #48464]](https://deniadigital.es/upload/images/08_2025/5198_4barco-frances-encontrado-en-denia-a-vista-de-dron.jpg)
La ubicación exacta del hallazgo no se ha revelado para protegerlo de posibles expolios; ya ha sido comunicado a la Guardia Civil y al área de Patrimonio.
![[Img #48467]](https://deniadigital.es/upload/images/08_2025/1870_rafa-martos-y-pablo-camino-tesorero-y-secretario-asociacion-obesmar.jpg)
Además, conviene destacar el compromiso de conservación del patrimonio marítimo de Dénia por parte del colectivo Obesmar, de la que Rafa Martos es tesorero y Pablo Camino secretario. Esta asociación ha sido clave para promover la vigilancia y estudio del patrimonio subacuático, y su intervención ha resultado fundamental para materializar este hallazgo.

Un hallazgo arqueológico frente a las costas de Dénia ha revelado restos que, según las primeras investigaciones, corresponden al bergantín francés Rosa Madre, hundido en 1899 mientras transportaba una carga de tejas y piezas cerámicas. Los buceadores Rafa Martos y Javier Reyes localizaron el hallazgo a varios metros bajo el mar.
En el fondo marino se distinguen centenares de tejas y fragmentos cerámicos, junto con parte de la estructura de la embarcación, que había permanecido sepultada bajo la arena durante más de un siglo.
Rafa Martos ha explicado que se trata de una confirmación del naufragio cuya existencia ya había quedado testada tras un temporal en 2010, cuando fragmentos de la carga afloraron en la costa. «Se identificaron tejas con sellos de fábrica muy concretos que permitieron atribuirlas al Rosa Madre, que realizaba rutas regulares entre Dénia y Marsella. Algunas llegaron a emplearse en construcciones emblemáticas de Dénia, como la fábrica de gas o edificios del ensanche del Marqués de Campo».
Sobre el descubrimiento del casco, Martos ha señalado: «Ese barco ha estado sepultado por la arena durante décadas. El mar es caprichoso: oculta los restos durante años y de repente los deja a la vista». Y añadió: «Hace poco, una amiga me avisó de que habían visto tejas en la zona. Fuimos y allí estaba el barco, en posición de navegación con su carga perfectamente ordenada. Ver miles de tejas con decoraciones como corazones fue impresionante».
El naufragio del Rosa Madre forma parte de un contexto de intensa actividad comercial entre Dénia y Marsella, con productos como la pansa y materiales de construcción. El bergantín, de entre 20 y 30 metros de eslora y 245 toneladas de peso, transportaba una tripulación de diez marineros cuando encalló frente a las costas locales en 1899.
La ubicación exacta del hallazgo no se ha revelado para protegerlo de posibles expolios; ya ha sido comunicado a la Guardia Civil y al área de Patrimonio.
Además, conviene destacar el compromiso de conservación del patrimonio marítimo de Dénia por parte del colectivo Obesmar, de la que Rafa Martos es tesorero y Pablo Camino secretario. Esta asociación ha sido clave para promover la vigilancia y estudio del patrimonio subacuático, y su intervención ha resultado fundamental para materializar este hallazgo.
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