Artículo de opinión ciudadana
Un corazón genial: homenaje a Paco Torrent Guasp, el sabio de la Marina
El Doctor Paco Torrent Guasp
El doctor Paco Torrent Guasp.
Médico, investigador incansable, divulgador, pintor, pensador... hay quienes han llegado a compararlo con Leonardo da Vinci, por su mente inquieta, su capacidad para cruzar disciplinas y su insaciable curiosidad por entender el mundo desde todos sus ángulos. Y no es para menos: todo le interesaba, todo lo tocaba, y todo lo transformaba en conocimiento.
De Gandia al cor de Dénia
Francisco Torrent Guasp nació en Gandia en 1931, pero su vida y su legado están profundamente ligados a la comarca de la Marina, especialmente a Dénia, ciudad en la que residió, tuvo su consulta médica, y realizó la mayor parte de sus investigaciones. También fue muy querido en pueblos vecinos como Ondara, donde su cercanía, humildad y calidad humana dejaron una profunda huella.
En 1991, Dénia lo reconoció oficialmente como Hijo Adoptivo de la ciudad. Pero ese título solo venía a confirmar lo que ya sentía su gente: que Paco era un vecino más, uno de los suyos, un sabio al alcance de todos.
Un descubrimiento que cambió la historia de la cardiología
La gran aportación de Torrent Guasp al mundo científico fue nada menos que una revolución en la forma de entender el corazón humano. Frente a los modelos clásicos que se enseñaban en las facultades de medicina, Paco sostenía una teoría audaz: el corazón no está formado por capas superpuestas de tejido, sino por una única banda muscular enrollada sobre sí misma en forma de hélice.
Esa visión innovadora, que defendió con firmeza y evidencias durante décadas, la presentó por primera vez ante la Real Academia de Medicina de Londres en 1973. A partir de ahí, empezó a recorrer el mundo compartiendo su teoría, desmontando dogmas, y despertando conciencias médicas en congresos y universidades.
Investigación con alma: la familia como pilar
La ciencia de Paco no era fría ni distante: era una ciencia hecha desde el amor, desde la dedicación absoluta... y desde su propia casa. Su esposa, Teresa Boluda, y sus hijos vivieron de cerca esa pasión. Teresa recordaba las largas tardes y noches en las que, tras acabar la consulta médica, Paco se encerraba en su improvisado laboratorio en el antiguo Instituto Laboral de Dénia (la actual FP) para seguir estudiando corazones de animales: cerdos, vacas y toros, que obtenía de los mataderos de Dénia y Ondara.
Era un trabajo paciente, meticuloso, solitario a veces. Pero Paco lo vivía con la emoción de un niño que ha descubierto algo inmenso y quiere enseñárselo al mundo.
Reconocimientos internacionales... y una muerte simbólica
No fue fácil. Su teoría encontró resistencia. Pero el tiempo, el rigor y la verdad acabaron imponiéndose. En Suiza, en 1974, recibió el Premio Miguel Servet; en 1978 fue nominado al Premio Nobel; y en 1997 recibió la Medalla de la Sociedad Española de Cardiología, entre muchos otros galardones.
El final de su vida fue tan simbólico como su carrera: falleció en 2005, en Madrid, en plena celebración del Congreso de Cardiología. Murió donde había vivido: entre colegas, rodeado de ciencia, y con el corazón —literal y metafóricamente— como protagonista de su historia.
¿Y tú? ¿Lo conociste?
Hoy, al recordarlo, no hablamos solo de un científico brillante. Hablamos de un hombre cercano, amable, incansable y visionario. Un médico que atendía a sus pacientes con cariño, que escuchaba con respeto, y que nunca dejó de aprender. Su legado sigue vivo en cada latido, en cada estudio del corazón que bebe de su descubrimiento, y en la memoria de quienes lo trataron.
En este Día Mundial del Corazón, recordamos con emoción y orgullo a Paco Torrent Guasp: un genio de la Marina, un pionero de la medicina, y un ser humano excepcional.
Pedro Fuentes Caballero
Académico y presidente la l’Associació Cultural Roc Chabàs de Dénia
El Doctor Paco Torrent GuaspEl doctor Paco Torrent Guasp.
Médico, investigador incansable, divulgador, pintor, pensador... hay quienes han llegado a compararlo con Leonardo da Vinci, por su mente inquieta, su capacidad para cruzar disciplinas y su insaciable curiosidad por entender el mundo desde todos sus ángulos. Y no es para menos: todo le interesaba, todo lo tocaba, y todo lo transformaba en conocimiento.
De Gandia al cor de Dénia
Francisco Torrent Guasp nació en Gandia en 1931, pero su vida y su legado están profundamente ligados a la comarca de la Marina, especialmente a Dénia, ciudad en la que residió, tuvo su consulta médica, y realizó la mayor parte de sus investigaciones. También fue muy querido en pueblos vecinos como Ondara, donde su cercanía, humildad y calidad humana dejaron una profunda huella.
En 1991, Dénia lo reconoció oficialmente como Hijo Adoptivo de la ciudad. Pero ese título solo venía a confirmar lo que ya sentía su gente: que Paco era un vecino más, uno de los suyos, un sabio al alcance de todos.
Un descubrimiento que cambió la historia de la cardiología
La gran aportación de Torrent Guasp al mundo científico fue nada menos que una revolución en la forma de entender el corazón humano. Frente a los modelos clásicos que se enseñaban en las facultades de medicina, Paco sostenía una teoría audaz: el corazón no está formado por capas superpuestas de tejido, sino por una única banda muscular enrollada sobre sí misma en forma de hélice.
Esa visión innovadora, que defendió con firmeza y evidencias durante décadas, la presentó por primera vez ante la Real Academia de Medicina de Londres en 1973. A partir de ahí, empezó a recorrer el mundo compartiendo su teoría, desmontando dogmas, y despertando conciencias médicas en congresos y universidades.
Investigación con alma: la familia como pilar
La ciencia de Paco no era fría ni distante: era una ciencia hecha desde el amor, desde la dedicación absoluta... y desde su propia casa. Su esposa, Teresa Boluda, y sus hijos vivieron de cerca esa pasión. Teresa recordaba las largas tardes y noches en las que, tras acabar la consulta médica, Paco se encerraba en su improvisado laboratorio en el antiguo Instituto Laboral de Dénia (la actual FP) para seguir estudiando corazones de animales: cerdos, vacas y toros, que obtenía de los mataderos de Dénia y Ondara.
Era un trabajo paciente, meticuloso, solitario a veces. Pero Paco lo vivía con la emoción de un niño que ha descubierto algo inmenso y quiere enseñárselo al mundo.
Reconocimientos internacionales... y una muerte simbólica
No fue fácil. Su teoría encontró resistencia. Pero el tiempo, el rigor y la verdad acabaron imponiéndose. En Suiza, en 1974, recibió el Premio Miguel Servet; en 1978 fue nominado al Premio Nobel; y en 1997 recibió la Medalla de la Sociedad Española de Cardiología, entre muchos otros galardones.
El final de su vida fue tan simbólico como su carrera: falleció en 2005, en Madrid, en plena celebración del Congreso de Cardiología. Murió donde había vivido: entre colegas, rodeado de ciencia, y con el corazón —literal y metafóricamente— como protagonista de su historia.
¿Y tú? ¿Lo conociste?
Hoy, al recordarlo, no hablamos solo de un científico brillante. Hablamos de un hombre cercano, amable, incansable y visionario. Un médico que atendía a sus pacientes con cariño, que escuchaba con respeto, y que nunca dejó de aprender. Su legado sigue vivo en cada latido, en cada estudio del corazón que bebe de su descubrimiento, y en la memoria de quienes lo trataron.
En este Día Mundial del Corazón, recordamos con emoción y orgullo a Paco Torrent Guasp: un genio de la Marina, un pionero de la medicina, y un ser humano excepcional.
Pedro Fuentes Caballero
Académico y presidente la l’Associació Cultural Roc Chabàs de Dénia















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