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Miércoles, 03 de Diciembre de 2025

Actualizada Martes, 02 de Diciembre de 2025 a las 18:17:13 horas

Pedro Fuentes Caballero
Lunes, 01 de Diciembre de 2025 Tiempo de lectura:
Artículo de opinión ciudadana

Desmontando el mito: la verdadera historia del idioma valenciano

La Biblia Parva. 1298 Reproduce la lengua valenciana que se hablaba a finales del S. XIII. Conservada en la Universidad de Berkeley.La Biblia Parva. 1298 Reproduce la lengua valenciana que se hablaba a finales del S. XIII. Conservada en la Universidad de Berkeley.

En pleno siglo XXI, sigue habiendo quien intenta reescribir la historia lingüística de los valencianos desde despachos ajenos, sustituyendo hechos por ideología y documentación por dogmas. Frente a ello, conviene recordar con serenidad -pero también con firmeza- qué dice realmente la historia, la filología y la documentación medieval sobre el origen y la evolución de la lengua valenciana.

 

Un origen romano consolidado en la propia tierra

Valencia fue fundada en el año 138 a. C. por colonos romanos. Desde entonces, la evolución lingüística del territorio no fue un paréntesis, sino una continuidad: monedas, lápidas y topónimos íberos romanizados demuestran que la población autóctona adoptó y adaptó el latín.

 

Por eso, más de las tres cuartas partes del léxico valenciano -igual que el catalán o el mallorquín- procede del latín vulgar, aunque en el caso valenciano encontramos un sustrato importante de elementos íberos y celtas que, según los estudios románicos, se integraron en el romance local.

 

El periodo musulmán: el romance valenciano no desapareció

Entre los siglos VIII y XIII, la población iberorromana no fue eliminada ni sustituida por los musulmanes. Al contrario: siguió viviendo en sus ciudades y alquerías, pagando impuestos y conservando sus costumbres, incluida su lengua.

 

Los llamados mozárabes hablaban un romance que -tal y como demostró el investigador Leopoldo Penyarroja- ya poseía rasgos que hoy identificamos como genuinamente valencianos. Y conviene aclarar un punto esencial: no todos los mozárabes eran cristianos; muchos se habían convertido al islam, pero seguían hablando romance. La lengua, igual entonces que ahora, no cambia por decreto.

 

Además, musulmanes y mozárabes vivían en barrios separados, con poca mezcla social, lo que dificultaba aún más la sustitución lingüística.

 

La conquista cristiana: el regreso del romance valenciano

Cuando Jaume I reconquistó el reino taifa de Valencia, no llegó a un territorio vacío. Llegó a una población que seguía hablando romance. También regresaron, en su séquito, familias valencianas que habían huido siglos antes al norte peninsular para evitar la islamización. Su lengua, igualmente romance, volvió con ellos.

 

Esta mezcla demuestra que la base lingüística del territorio no fue importada, sino que ya existía.

 

La prueba documental es cristalina: Jaime I ordenó que los Fueros del Reino de Valencia se tradujeran a "la lengua que habla el pueblo", es decir, el romance valenciano.

 

El Reino de Valencia: entidad política y lingüística propia

El Reino de Valencia era políticamente independiente dentro de la Corona de Aragón. Ni formó parte del condado de Barcelona, ni sus territorios correspondían a estructuras catalanas.

 

Los datos de población son demoledores:

  • 51% repobladores → aragoneses
  • 12% → catalanes
  • 37% → navarros, provenzales, castellanos, etc.

 

Y según Amparo Cabanes, la repoblación cristiana solo aumentó un 5% la población existente.

 

En otras palabras: la inmensa mayoría de habitantes del Reino de Valencia eran autóctonos, y mantenían su romance prejaumino.

 

Los estudios del Llibre del Repartiment confirman, además, que los repobladores catalanes fueron minoritarios y, en muchos casos, ni siquiera catalanes originarios, sino mozárabes valencianos retornados.

 

¿Por qué el valenciano es diferente del catalán oriental?

Porque nunca fueron la misma lengua.

 

El romance valenciano y el catalán oriental ya estaban diferenciados en el siglo XIII.

 

La fonética, la morfología y la sintaxis presentan rasgos propios difíciles de explicar si se defendiera un origen común reciente.

 

El caso balear también resulta esclarecedor: el "parlar salat", común en todas las islas, muestra que las modalidades lingüísticas medievales eran diversas y autónomas.

 

El Siglo de Oro valenciano: influencia en toda la península

El Reino de Valencia vivió en los siglos XIV y XV el primer Siglo de Oro literario de la península, anterior incluso al castellano.

 

Autores como Ausiàs March, Joanot Martorell o Roís de Corella marcaron profundamente la literatura peninsular.

 

Así que los parecidos entre valenciano y catalán tienen una explicación mucho más sencilla y honesta: la literatura catalana se valencianiza por prestigio, no al revés.

 

La castellanización parcial y la resistencia de la lengua

Tras el Decreto de Nueva Planta (1707), la supresión de los fueros y la imposición del castellano en la administración provocan una pérdida puntual de vocabulario. Pero la lengua valenciana no desaparece: sobrevive, se adapta y continúa siendo la lengua mayoritaria del pueblo.

 

Los intentos de suplantación (siglos XIX–XXI)

El problema aparece cuando, a finales del siglo XIX, ciertos círculos nacionalistas catalanes intentan integrar la lengua valenciana dentro de un proyecto político-cultural más amplio. Para justificarlo:

 

  • se manipularon documentos (como la versión falseada del Llibre del Repartiment hecha por Bofarull),
  • se financiaron estudios orientados,
  • se presionó a instituciones académicas,
  • y se defendieron teorías que contradicen la filología románica clásica.

 

El objetivo era claro: adueñarse de una lengua con Siglo de Oro propio, literatura medieval propia y tradición jurídica propia.

 

Conclusión

La historia es tozuda.

 

El valenciano:

  • nace del latín evolucionado en tierras valencianas,
  • mantiene continuidad durante el periodo islámico,
  • era la lengua viva cuando Jaume I conquistó Valencia,
  • forma parte de un reino con identidad propia,
  • desarrolla el primer Siglo de Oro peninsular,
  • y conserva rasgos lingüísticos diferenciales desde hace más de 800 años.

 

Todo lo demás -anexionismos, reinterpretaciones interesadas o mapas ideológicos- es propaganda.

 

La documentación medieval, la filología románica y la historia del Reino de Valencia coinciden en una cosa: el valenciano es una lengua con identidad, evolución e historia propias.

 

Pedro Fuentes Caballero

Acadèmic corresponent per Dénia i President de l’Associació Cultural Roc Chabàs de Dénia

 

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