Dénia acogerá una Zambomba Solidaria en favor de la Salud Mental el viernes 19 de diciembre

La solidaridad no solo beneficia a quienes reciben ayuda, sino que también tiene un impacto directo y positivo en la salud mental y física de quienes la practican. Así lo explica Luisina Daives, psicóloga de la ONG para la Salud Mental de la Marina Alta, Amadem, quien destaca que la neurociencia demuestra que dar y recibir ayuda mejora el estado de ánimo y activa mecanismos biológicos asociados al bienestar.

Según Daives, dedicar tiempo a acciones solidarias, ayudar a personas que lo necesitan o tener gestos de cuidado hacia los seres queridos favorece la liberación de hormonas y neurotransmisores vinculados al placer y la felicidad. Entre ellos se encuentran la oxitocina, relacionada con los vínculos afectivos, así como la dopamina, la serotonina, la adrenalina y las endorfinas. “Nuestro cuerpo y nuestra mente responden de forma muy positiva cuando actuamos desde la generosidad”, señala.

En este contexto, la Casa de Andalucía de Dénia celebrará el próximo día 19 su Zambomba Solidaria, un encuentro musical y emocional con el objetivo de “encender esperanza” y promover una salud mental cercana y de calidad. El acto incluirá el canto de villancicos y un encendido colectivo de velas como símbolo de solidaridad, y está abierto a la participación de toda la ciudadanía.

Daives subraya que la solidaridad es una capacidad innata que se fortalece con la experiencia y que mantener una actitud solidaria contribuye a una visión más positiva del mundo, lo que a su vez refuerza el sistema inmunológico y eleva las defensas del organismo. En este sentido, destaca el papel de la oxitocina, conocida como la “hormona del placer”, que también se libera durante actos solidarios. Estudios recientes indican que sus niveles pueden aumentar hasta un 80% tras un gesto de generosidad.

La psicóloga de Amadem señala además que la empatía es una de las claves de la solidaridad. El desarrollo de un cerebro empático fue esencial en la evolución humana para garantizar el cuidado y la supervivencia de la especie, y sus beneficios siguen estando hoy “al alcance de la mano”.

Finalmente, Daives anima a padres y madres a fomentar el carácter solidario de sus hijos e hijas a través del ejemplo. Entre las propuestas para lograrlo, menciona la organización de celebraciones solidarias, la participación en actividades de voluntariado en familia o el apadrinamiento de niños y niñas, acciones que no solo ayudan a los demás, sino que fortalecen el bienestar emocional de quienes las realizan.