deniadigital
Jueves, 21 de Julio de 2016 Tiempo de lectura:
El Pacma documenta el maltrato de los Bous a la Mar de Denia
En su web la formación animalista ha colgado un vídeo donde se muestra el posible maltrato al toro en el transcurso de los pasados festejos
El pasado 16 de julio, Denia (Alicante) celebró un año más sus “bous a la mar”. La fiesta consiste en lograr que un toro o una vaca joven se lance al agua mientras decenas de personas le rodean, hostigan y recortan. Cuando el miedo y el estrés paralizan al animal, las personas que se ocultan tras los barrotes de seguridad le propinan patadas y golpes tratando de que se mueva.
Cuando finalmente engañan al toro para que se lance al agua o se resbale intentando evitar la caída, rodean sus pitones con una soga y tiran de él desde una barca para sacarlo del mar, mientras el público sigue rodeándolo y gritando. Con la cabeza inmovilizada, se evidencian aun más el pánico y el estrés que sufren los animales tratando de no ahogarse. Son numerosas las ocasiones en las que vemos a los toros hundirse y aflorar escupiendo agua salada por nariz y boca, con los ojos fuera de las órbitas mientras luchan por mantener el cuerpo a flote.
No en vano, puesto que ya ha habido muertes por ahogamiento en ediciones anteriores del festejo e incluso infartos provocados por el estrés.
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El pasado 16 de julio, Denia (Alicante) celebró un año más sus “bous a la mar”. La fiesta consiste en lograr que un toro o una vaca joven se lance al agua mientras decenas de personas le rodean, hostigan y recortan. Cuando el miedo y el estrés paralizan al animal, las personas que se ocultan tras los barrotes de seguridad le propinan patadas y golpes tratando de que se mueva.
Cuando finalmente engañan al toro para que se lance al agua o se resbale intentando evitar la caída, rodean sus pitones con una soga y tiran de él desde una barca para sacarlo del mar, mientras el público sigue rodeándolo y gritando. Con la cabeza inmovilizada, se evidencian aun más el pánico y el estrés que sufren los animales tratando de no ahogarse. Son numerosas las ocasiones en las que vemos a los toros hundirse y aflorar escupiendo agua salada por nariz y boca, con los ojos fuera de las órbitas mientras luchan por mantener el cuerpo a flote.
No en vano, puesto que ya ha habido muertes por ahogamiento en ediciones anteriores del festejo e incluso infartos provocados por el estrés.
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