Greenpeace y WWF-Adena
Las organizaciones ecologistas se suman al rechazo al bloque de pisos en la playa de Blay Beach
Los colectivos ecologistas se han sumado a la lucha iniciada por los vecinos de la urbanización El Retiro contra la construcción de un bloque de viviendas de 4 plantas en primerísima línea de Les Marines

El rechazo al nuevo proyecto urbanístico en primera línea de la playa Les Marines en el municipio de Dénia en la provincia de Alicante esta creciendo. Ahora se posicionan las asociaciones ecologistas para apoyar a la plataforma vecinal que intenta proteger esta famosa playa mediterránea.
Un apoyo que han logrado después de escuchar las explicaciones de la concejala de Territorio, María Josep Ripoll, quien aseguró a respuesta del concejal de Podemos, Antonio Losada en el pleno de hace unos días, que “el régimen transitorio permite en ese espacio la construcción de un edificio de cuatro plantas”. La edil remarcó que la dirección general de Costas debe realizar “un informe vinculante y prescriptivo” y añadió “si ese informe es negativo se actuará acorde” y en cambio “si es positivo se tendrá que dar el permiso”.
La concejala además escurrió el bulto y declinó cualquier responsabilidad en tener que autorizar finalmente la edificación ya que el plan transitorio “no lo ha aprobado ni este gobierno ni el Consell de ahora”.
Por este motivo, los vecinos han buscado el apoyo de las dos entidades ecologistas, con tal de elevar la presión hacia un Ayuntamiento que se resigna a cumplir la legalidad vigente.
El movimiento ecologista Greenpeace reclama “parar inmediatamente” el proyecto del nuevo bloque de apartamentos de lujo que se quiere levantar con cinco alturas al borde del mar y en el tramo Blay Beach, el mas estrecho y erosionado de la playa Les Marines. La organización conservacionista WWF considera el proyecto como un nuevo ejemplo del desprecio hacia la costa y de la política del hormigón en el litoral.
Greenpeace: Se debe cancelar el proyecto inmediatamente
“Una construcción de estas características no debe tener cabida en la playa de Les Marines y se debe cancelar el proyecto inmediatamente”, manifiesta Pilar Marcos, responsable de la campaña de Greenpeace España. “Poco o nada han aprendido los promotores de este bloque de la época de la burbuja inmobiliaria. Siguen surgiendo proyectos propios de otras épocas que preocupan y que no deben ver la luz."
La portavoz de Greenpeace recuerda: “El reciente informe sobre los cambios de ocupación del suelo en la costa española entre los años 1987 y 2011 del Observatorio de la Sostenibilidad, señala que la urbanización de la primera línea del litoral crece un 33% de suelo en 24 años y que ha dejado a Dénia con el 72% de la franja de los primeros 500 metros urbanizada.”
Greenpeace concluye: “Eso es un legado que ha dejado muchos tramos de la costa de este municipio erosionada y supone un grave riesgo para las personas y para las infraestructuras. Y un gasto para la gestión de este litoral, a través del Ayuntamiento y el Ministerio de Medio Ambiente, que pagan en última instancia los vecinos y vecinas de Dénia.” Incluso avisa: “Los horizontes de cambio climático señalan una subida del nivel del mar peligrosa.”
WWF: Un litoral desfigurado, destruido, alterado y fragmentado
En la misma línea argumenta el World Wildlife Fund (WWF). El coordinador de Protección Marina de WWF España, Óscar Esparza, declara: “La costa española es el caso de un bien común destruido a cambio del beneficio de unos pocos, y este proyecto en Dénia parece un nuevo ejemplo de ello.”
Esparza, biólogo marino de WWF, señala: “No podemos permitir volver a cometer los mismos errores del pasado y retomar un modelo de desarrollo cortoplacista que ha desfigurado, destruido, alterado y fragmentado importantes hábitats costeros, que según la Constitución son de uso público.”
Por este motivo pide WWF un cambio de rumbo en la política urbanística en la costa mediterránea: “En opinión de WWF las políticas deben favorecer la conservación y el respeto a los procesos ecológicos para que podamos seguir disfrutando de los bienes y servicios que nos ofrecen los ecosistemas. Y eso pasa por restaurar o naturalizar las zonas costeras más expuestas al mar. Avanzar hacia el futuro apoyándonos en la naturaleza y no en el hormigón, todo lo contrario de lo que se pretende hacer en esta zona de Dénia.”
Las consecuencias de una mala gestión del litoral pueden hipotecar el futuro y salir a la sociedad muy caro, dice el experto marino de WWF: “Una costa mal conservada nos cuesta miles de millones de euros cada año, dinero público que se destina a la regeneración de playas, restauración de paseos marítimos, infraestructuras costeras, al control de vertidos...”
El rechazo al nuevo proyecto urbanístico en primera línea de la playa Les Marines en el municipio de Dénia en la provincia de Alicante esta creciendo. Ahora se posicionan las asociaciones ecologistas para apoyar a la plataforma vecinal que intenta proteger esta famosa playa mediterránea.
Un apoyo que han logrado después de escuchar las explicaciones de la concejala de Territorio, María Josep Ripoll, quien aseguró a respuesta del concejal de Podemos, Antonio Losada en el pleno de hace unos días, que “el régimen transitorio permite en ese espacio la construcción de un edificio de cuatro plantas”. La edil remarcó que la dirección general de Costas debe realizar “un informe vinculante y prescriptivo” y añadió “si ese informe es negativo se actuará acorde” y en cambio “si es positivo se tendrá que dar el permiso”.
La concejala además escurrió el bulto y declinó cualquier responsabilidad en tener que autorizar finalmente la edificación ya que el plan transitorio “no lo ha aprobado ni este gobierno ni el Consell de ahora”.
Por este motivo, los vecinos han buscado el apoyo de las dos entidades ecologistas, con tal de elevar la presión hacia un Ayuntamiento que se resigna a cumplir la legalidad vigente.
El movimiento ecologista Greenpeace reclama “parar inmediatamente” el proyecto del nuevo bloque de apartamentos de lujo que se quiere levantar con cinco alturas al borde del mar y en el tramo Blay Beach, el mas estrecho y erosionado de la playa Les Marines. La organización conservacionista WWF considera el proyecto como un nuevo ejemplo del desprecio hacia la costa y de la política del hormigón en el litoral.
Greenpeace: Se debe cancelar el proyecto inmediatamente
“Una construcción de estas características no debe tener cabida en la playa de Les Marines y se debe cancelar el proyecto inmediatamente”, manifiesta Pilar Marcos, responsable de la campaña de Greenpeace España. “Poco o nada han aprendido los promotores de este bloque de la época de la burbuja inmobiliaria. Siguen surgiendo proyectos propios de otras épocas que preocupan y que no deben ver la luz."
La portavoz de Greenpeace recuerda: “El reciente informe sobre los cambios de ocupación del suelo en la costa española entre los años 1987 y 2011 del Observatorio de la Sostenibilidad, señala que la urbanización de la primera línea del litoral crece un 33% de suelo en 24 años y que ha dejado a Dénia con el 72% de la franja de los primeros 500 metros urbanizada.”
Greenpeace concluye: “Eso es un legado que ha dejado muchos tramos de la costa de este municipio erosionada y supone un grave riesgo para las personas y para las infraestructuras. Y un gasto para la gestión de este litoral, a través del Ayuntamiento y el Ministerio de Medio Ambiente, que pagan en última instancia los vecinos y vecinas de Dénia.” Incluso avisa: “Los horizontes de cambio climático señalan una subida del nivel del mar peligrosa.”
WWF: Un litoral desfigurado, destruido, alterado y fragmentado
En la misma línea argumenta el World Wildlife Fund (WWF). El coordinador de Protección Marina de WWF España, Óscar Esparza, declara: “La costa española es el caso de un bien común destruido a cambio del beneficio de unos pocos, y este proyecto en Dénia parece un nuevo ejemplo de ello.”
Esparza, biólogo marino de WWF, señala: “No podemos permitir volver a cometer los mismos errores del pasado y retomar un modelo de desarrollo cortoplacista que ha desfigurado, destruido, alterado y fragmentado importantes hábitats costeros, que según la Constitución son de uso público.”
Por este motivo pide WWF un cambio de rumbo en la política urbanística en la costa mediterránea: “En opinión de WWF las políticas deben favorecer la conservación y el respeto a los procesos ecológicos para que podamos seguir disfrutando de los bienes y servicios que nos ofrecen los ecosistemas. Y eso pasa por restaurar o naturalizar las zonas costeras más expuestas al mar. Avanzar hacia el futuro apoyándonos en la naturaleza y no en el hormigón, todo lo contrario de lo que se pretende hacer en esta zona de Dénia.”
Las consecuencias de una mala gestión del litoral pueden hipotecar el futuro y salir a la sociedad muy caro, dice el experto marino de WWF: “Una costa mal conservada nos cuesta miles de millones de euros cada año, dinero público que se destina a la regeneración de playas, restauración de paseos marítimos, infraestructuras costeras, al control de vertidos...”
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