La degradación del barrio de Les Roques en Dénia
Algunas webs turísticas aconsejan interesante darse un paseo por el barrio Les Roques en Dénia. En contra, algunos vecinos no parecen tener esta opinión y señalan que el barrio, está dejado de la mano de Dios y que “en los últimos años se han hecho muy pocas cosas, por no decir nada”.
Antonia, Juan o Pepe, son vecinos del conocido barrio de Les Roques en Dénia. Ninguno de ellos ha tenido inconveniente en señalar de manera pública las carencias de esta importante área que se ubica en el corazón del núcleo urbano de la capital de la comarca de la Marina Alta.
![[Img #14355]](upload/img/periodico/img_14355.jpg)
Los años de degradación se dejan ver a lo poco que uno pasea por las callejuelas de este rincón que en ocasiones parece vivir a espaldas de la ciudad, como si hubieran sido olvidados por nuestros representantes políticos actuales (y pasados).
![[Img #14356]](upload/img/periodico/img_14356.jpg)
Muchas son las casas, a lo poco que uno se fija, que permanecen vacías y apenas se ven vecinos compartiendo una charla, sentados en las aceras o sentados en una silla prestada de la vivienda más cercana, tomando la fresca como antaño.
![[Img #14359]](upload/img/periodico/img_14359.jpg)
El vídeo en forma de denuncia pública nos muestra una realidad que no es más que un secreto a voces y no es otro que la necesidad de recuperar el esplendor de un barrio que un día fue el corazón de la ciudad.
Antonia, Juan o Pepe, son vecinos del conocido barrio de Les Roques en Dénia. Ninguno de ellos ha tenido inconveniente en señalar de manera pública las carencias de esta importante área que se ubica en el corazón del núcleo urbano de la capital de la comarca de la Marina Alta.
Los años de degradación se dejan ver a lo poco que uno pasea por las callejuelas de este rincón que en ocasiones parece vivir a espaldas de la ciudad, como si hubieran sido olvidados por nuestros representantes políticos actuales (y pasados).
Muchas son las casas, a lo poco que uno se fija, que permanecen vacías y apenas se ven vecinos compartiendo una charla, sentados en las aceras o sentados en una silla prestada de la vivienda más cercana, tomando la fresca como antaño.
El vídeo en forma de denuncia pública nos muestra una realidad que no es más que un secreto a voces y no es otro que la necesidad de recuperar el esplendor de un barrio que un día fue el corazón de la ciudad.
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